Hoy, a pesar del bajón, después de hacer un budín de banana, para el que venía juntando fuerzas para hacer, me bañé y junté aún más fuerzas y salí a merendar pasadas las 6 de la tarde a una placita como a 1 km de (la) casa (donde vivo ahora). Me hizo bien. Escuché música y escribí esto en un cuadernito que llevé porque sabía que me tendría que poner a hacer algo para disimular la soledad.
A veces siento que estoy tocando fondo. Hoy lloré fuerte en la ducha. Me sentía fatal. Todos los pensamientos negativos me estaban inundando, y la idea de necesitar ayuda y no querer molestar a las personas me dolía también, me angustiaba, me preocupaba.
Hay sol y arcoiris al final de la tormenta. Hay luz al final del túnel. Esta semana empecé terapia de psicoanálisis. Y me gustó mucho la primer sesión. Tengo esperanzas. Voy a salir de esto.
Voy como en caída libre... pero eventualmente se aterriza.
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