Es difícil habitar mi cuerpo. Tengo estructuras, estereotipos, cánones de belleza, como gusten llamarlos, metidos en la cabeza, y se vuelven personajes en mi mente causando un ruido indeseable. Murmurando, cuando veo mi reflejo, que estoy mal. Que tengo que cambiar y volver a ser como era antes, porque así como estoy no merezco nada placentero. Que no puedo disfrutar, que tengo que cambiar. Que soy una cosa amorfa. Etcétera.
Son murmullos que duelen, y no sé si puedo decir "me hacen más fuerte", pero a veces intento forzar a que así sea. Para no desvanecerme y seguir adelante, usando lo que dicen esos personajes como objeto de motivación, como empuje, como un trigger, así llego a la meta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario